viernes, 3 de abril de 2009

dejar el cuerpo y echarse a volar


Para Panchito...


El tiempo no me importa, la verdad nunca intento pescarlo mucho, a veces sólo para las formalidades (clases, carretes y minitas). Creo que en este último tiempo lo subestimé, le perdí el respeto y me importa un pico la verdad.

Aprovechar, compartir, carretear, jugar al fuchibol, salir a testear los maravillosos brotes verdes, que en su minuto nos complicó un poco la vida, pero que en otros momentos, nos permitió experimentar, soñar y disfrutar tal cuál somos cada uno de nosotros.

No estamos y no estuvimos ni ahí con la gente cartucha, que nos trató de convencer e inculcar realidades mentirosas, valores inexistentes y falsos juicios. Estaba claro que nuestro camino iba por otro lado, nunca dejamos nuestra esencia, jamás nos contaminamos y nunca nos corrompimos con las falsas fantasías de gente tentada con lo más simple y vanal que entrega el mundo, el dinero.

Amigo mío, la distancia será evidente, pero lo seguro es que todos estaremos en distintos lugares empujando para el mismo lado. Hay que desprenderse y buscar la felicidad sin los prejuicios que abundan, lamentablemente. en nuestro Chilito lindo. Tu convicción por realizar tus sueños será recompensada de la manera que más te agrada, eso sí no hay que esperarla en un momento fijo, sino que disfrutarla día a día y siempre agradecido, para mí eso es la felicidad.

Esto no es una solemne despedida ni mucho menos. Pero es tiempo de aclarar ciertos puntos. Primero que nada, gracias por ser mi amigo. El destino hizo que siete sacos de wea fueran indispensables entre sí, llegando a ser admirados y envidiados por algunos, que no podían creer que su amor fuera tan puro, transparente e incondicional.
Nunca nos engañamos y menos nos hicimos zancadillas. Tocábamos el balón de lado a lado, abríamos la cancha, pared rápida, hoyito, ábrela!! Pa´la orilla, látigo, centro, cabecea sólo y palo por la conchesumadre!!! .

No importa, siempre habrá tiempo para meter goles, siempre uno más lindo que el otro. De eso se trata, tratar bien el balón y meter golazos de todas las formas posibles, sino, ¿Para que jugamos?, ¿Para ganar?, no mi amigo sino para disfrutar y compartir el balón. Cada miembro del equipo aporta con su toque, entre todos construimos la utopía de meter el mejor gol de la historia.

Te extrañaré mucho. Piscolas y caños casuales, surgidos de la nada, en una plaza o en una calle, a lo chirizón ampón, terrible coliflor. Te deseo la mejor de las suertes, cualquier cosa, tú sabes que aparte de tu familia, tienes varias más aquí en Chilewood, en las cuales puedes recurrir.

Te quiero mucho hermano, ni lo imaginas, lo importante que has sido para mí en las victorias y en las caídas, en las frustraciones que hay bastantes y que nos faltan por experimentar.
Con mi gran sueldo de periodista, trabajaré en 8 medios distintos, en los cuales me pagarán 20 lucas por cada pelá de cable e intentos de sobriedad que me exijan. Pero lo claro es que lo gastaré para ir a recorrer contigo y que me enseñes ese mundo.

Es cierto que es difícil encontrar palabras para despedirse hasta no sé cuando. Pero un profesor que es un viejo sabio, siempre me recuerda que es más difícil plasmar tus ideas y sentimientos en una página que en diez.

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