La historia de un cigarro

Mariposas aparecen cada día para dar buenas noticias. Si aparecen una cada día es porque las cosas van bien. El problema es cuando aparecen los gatos, algo en su mirada dan por entendido que el aire se puede cortar con un tiptop. Puede ser blanco o negro lo que cruce la ruta pero qué tanto, lo agarro de las patas y me lo tomo al seco.

Pasos agigantados y en puntas de pies. Cuidadosos intentos por mantener el orden y no alterar nada. Si supiera que una colilla de cigarro alteraría mi orden. Son miles de éstas las que descansan en el suelo y eso se debe a algo.

Un cigarro murío un día lunes. Su dueño o más bien su fumador se hastio de él. ¿Pero acaso la culpa es del cigarro? ¿O se de su mortífero destino?

El cigarro fue arrojado por un auto. Antes de caer en el suelo, chocó con el parabrisas de otro. Ya tendido en la carretera sólo pensaba en que algún vicioso lo recogiera, lo arreglara y lo fumara. Pero aquello no sucedío, su muerte era cosa de tiempo pero eso no ocurría aún.

A un costado de la carretera, un niño escuchó las suplicas del pucho. Lo recogío y lo acaricío. trato de adherir el papel con el filtro pero fue en vano. Luego de un rato, aparecío la madre del niño y lo regañó por estar jugando con cosas de grandes y lo obligó a botar al maltrecho cigarro a la basura.

Dentro del tacho, también se encontraban depositados; cóndones, latas de cervezas, botellas de licores y jeringas. Todas usadas para un bien momentáneo pero para un inmenente sufrimiento.

Llegó el camión de la basura. Todos esperando que los trituraran. El problema es que sintieron que sus vidas habían sido cortas y utilizadas. Pero que no había vuelta atrás. El sonido del triturador los hizo añicos y nunca más se supo de ellos.

Al otro día. Másde doscientos mil cigarrillos salen a la venta en manos de Chiletabaco, miles de cigarros que buscan ser consumidos y por sobretodo ser el apoyo momentáneo de aquellos que los necesitan.

Don Miguel está así porque puso en los filtros su destino y fue así no más.