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lunes, 22 de junio de 2009

Invierno Beat


El dolor de los huesos sube hasta la mente. El frío, ese mismo desconsolado de todos los años, irrumpe en plena época de apogeo de los sueños pero también de las incertidumbres.
La lluvia cae, todos le temen, un pánico colectivo incentivado en gran parte por los MASS MEDIA CHILENSIS.

Qué otra opción queda mas que unirse al deslumbrante baile que proporciona esta limpieza. Hay miedo de renovación, se huele en el ambiente pero disfrutar de oxígeno limpio por lo más efímero que sea es un regalo.

Danzas de paraguas, se abren y se cierran todo perfectamente entorno a un beat constante que sigue paso a paso, gota por gota, paragua por paragua.

En está ocasión no puedo brindarte mi mano, el estricto frío que recorre tus venas pueden causar aturdimiento en mi piel. Habrá que esperar que el sol nazca nuevamente pera poder pensar en eso. Dejas hojas secas al pasar.

Saltando los charcos cotidianamente y esquivando a puro beat los desquites del transporte público, me desabrigo, cierro el paragua y me pongo a bailar.

El beat es fuerte, no le tiene miedo a la lluvia menos al frío. Y si alguien me ve haciendo el ridículo me da igual, sólo bailo sobre la lluvia, traspaso charcos infinitos y fríos trascendentales. No conozco otra opción. El resto son puras superficialidades.
Semáforo en rojo, una inmensa camioneta más grande que su ego, acelera su paso y tira toda su metalurgia hacía un charco. Empapado y perplejo ante la situación, el beat termina. Bonita situación abrumada por una triste intercepción..

sábado, 30 de mayo de 2009

Polar

Reikiavik, Islandia, 1996

Hay una cierta necesidad por hacer algo. El mar que rodea esta helada pero hermosa isla se mueve entorno a los pensamientos de sus trescientos mil habitantes.

Estamos alejados de todo el mundo. En este lugar no hay contaminación, violencia, crimen, violaciones, corrupción.


No nos involucramos en nada de lo que pase más allá de dónde nuestra mirada se pierde en el mar.
Este es nuestro refugio a todo tipo de conspiraciones.

Acá nuestros sueños se sostienen firmes como la tierra volcánica que mantiene nuestras vidas.

Nuestra tierra es pequeña. Das un paso y ves un glaciar. Avanzas y llegas a un bosque dónde alguna vez hubo duendes que mágicamente aún existen.

La tranquilidad es inminente. Acá eso no se ruega a las autoridades, acá siempre hemos convivido con ella, imagínate la paz.

Tengo una guitarra y un paisaje sin fin para recorrer con ella. Mis amigos me acompañan a dar una vuelta por la isla. No hablamos, la ideas vuelan sólo hay que agarrarlas de las alas para que todo se proyecte, después de aquello no hay nada más. La convicción de seguir de pie, contemplando la mágica naturaleza que me nutre por los poros y que me enseña el arte de la inmensidad y la trascendencia de los cielos blancos como la nieve, a veces, oscuros como el mismo infierno. Pero todo está, todo está dipuesto transparentemente antes mis ojos.


Nos sentamos en círculo en el centro del bosque. Primer acorde, los ritmos me siguen, las voces confusas se unen a la representación. Nadie nos apura, acá somos dueños del tiempo y de nuestras vidas. Respetamos el flujo de nuestros rios y cascadas, ese es el ritmo de nuestras vidas. Si los llegarámos a alterar este ciclo perderíamos nuestro secreto , lo que nos diferencia del resto.

De una manera u otra, mi vida siempre ha sido así. Alejada de los incomprensibles aceleramientos del resto del mundo. Sólo me centro en mi alrededor, respiró y pongo la mente el blanco, no necesito nada más que mi querida Islandia para lograr mis sueños.

Islandia, según la medición de felicidad en el mundo, lidera este ranking como el país más feliz.

Sigur Ros


X Chamberlein

sábado, 23 de mayo de 2009

Hey! tú, chica bonita...


Alrededor de un cuarto para las una de la tarde acordaron verse. Plaza Italia estaba repleto, todas las cabezas se confundían para qué hablar de sus sentimientos.

Él se vestía a su gana, despreocupado de las despectivas miradas de las señoras en el metro, meneaba sus manos y pies al ritmo de The Clash. En ese instante, cuatro tipos rapados y con chaqueta de cuero negra se suben al vagón. Es el inminente momento de la acción, dónde se supone que los cuatro neonazis obligarán al tranquilo chico a bajar del metro para luego ser golpeado en el andén hasta que éste pierda la conciencia.
Pero no fue así, al chico ni lo miraron, no lo tomaron en cuenta y no existió para ellos.

Paralelamente, ella venía colgando de la micro. Ésta estaba repleta, cualquier movimiento debía hacerse con estricto cuidado. Ella tenía unas pantys transparentes de hilo negro, esto provocaba a los machos sedientos que iban a su lado. Ella gozaba con las miradas, se sentía poderosa y creía que tenía todo dominado. Su polera con la foto de Madonna daba indicios que ella era una especie de diva del Transantiago.

Él se bajo en Baquedano, tenía miedo, creía que iba atrasado pero no era así. El hecho de ser tan puntual esta vez no le traería recompensas sino que por el contrario. Se asomó por la plaza, no había rastros de ella. Camino en círculos infinitos de gente. Saltos, gritos, pancartas y chorros de agua nublaban su objetivo.

Ella bajó de la micro. Coincidentemente, los cuatros nazis cruzaron la calle, venían del metro. Ella coquetamente, cruzó miradas con uno de ellos y éste la detuvo. Le ofreció un cigarro y asiento. Miradas provocativas, señales contrapuestas. Para ella era un juego de provocación que aprendió desde pequeña. Para el nazi, la decisión sesgada de imponer su cuasi superioridad étnica chilensis, y por sobretodo, su masculinidad.

Le agarró un muslo con poca delicadeza. Ella se preocupó de inmediato. Ella siempre había sido la que controlaba y le agradaba. Ella daba el primer paso pero nunca como ahora. El nazi le rajó la falda y la comenzó a violar en pleno parque. La gente hacía como si no existiese, toda la atención que en un momento tuvo la diva, se desvaneció y se redujo a la de una más.

El chico había perdido toda esperanza de encontrarse con la mujer. La posibilidad de conocer una chica, de compartir su música, sus ideas y sus dibujos se habían extinguido. La soledad lo atormentaba. Había conocido a la chica por Internet nunca había escuchado su voz mucho menos había sentido su sonrisa y absolutamente nunca había sentido ese calor en su mirada.

Se sentó en una banca en la plaza al costado de la pizzería. Un líquido rojo se escabulle debajo de un montón de basura. Era extraña y confusa la imagen. La curiosidad mató al gato. Levantó los escombros y el cadáver de una mujer se asoma. Él sabía que era ella, su mp3 sonaba aún la canción que le había dedicado virtualmente. Cayó en el piso junto al cuerpo y no paró de llorar acompañado de No Surprises de Radiohead.



X chamberlein

domingo, 17 de mayo de 2009

Cuando Axel murió

Los Angeles, EEUU, 1992


La multitud está inquieta. Han esperado lo suficiente por sus idólos pero hay algo que retrasa el espectáculo.
Tras bastidores dos personajes se encuentran de golpe. Uno llevaba un chaleco de lana víctima de las polillas. Y el otro tenía pelo largo junto a una chaqueta de cuero que le llegaba hasta el ombligo.

Dos icónos del rock, frente a frente. El ego en ese reducido espacio era más que el de un camarín de la selección brasileña de fútbol. El miedo de quiénes transitaban por aquel lugar era evidente. El problema era tomar posición por el uno o por el otro.

El heavy metal inalterable en ese tiempo. Llenaba estadios olimpicos, sus peinados eran reproducidos a escala global, las chaquetas de cuero se vendían como pan caliente junto a las mallas.

Por otro lado, el grunge. Aparecía como destapador de sueños frustrados producto de la represión de todo tipo a la que se ven sujetos los jovenes. El rock estaba mutando. El desenfreno con las mujeres, el dinero y la fama quedaban de lado. El sufrimiento y la introspección empezaban a ganar por una cabeza.


La alienación que incoscientemente fue llevado Kurt Cobain es evidente. Las drogas para él era un escape a la inminente fama. Su cabeza seguía produciendo pero su espirítu no. La industria musical lo mató. Sus seguidores lo reconocían porque todo lo que decía era cierto. La soledad en que el ser humano se ve encerrado día a día. Ocultar los sentimientos y reprimirlos a costa de materializarlos entorno al éxito, frustra.

A Axel Roses nunca le importó nada. Sólo vender discos, poleras, afiches, conciertos, muñerqueras, gorros, etc. Con tal de tener el beneficio económico de la industria era capaz de venderse a sí mismo. No es menor que quedó sólo en la banda. Se apropió del nombre y de las canciones. Por otra parte, hizo esperar por más de trece años a sus fans por un disco que no es más que un reflejo de su anunciada decadencia.

Dialógo entre Axel y Kurt:


Axel: Oye drogadicto lamebolas, dejáme pasar que acá yo soy la estrella y que no se te olvide.
Kurt: Fuck you
Axel: ¿Crees que hablando mierda en tus discos me ganarás?
Kurt: Fuck you
Axel: Oye y otra cosa, me folle a tu esposa
Kurt: Me da igual. Tu musica es una mierda. Hablas de mierda que es evidente a los ojos. Eres un puto porque te vendes todos los dias. Todo lo que haces es por dinero, puto.

En ese instante, Axel salta encima de Kurt, queria golpearlo pero justo interviene Flea de los Chili Peppers y le dice: Axel, eres un gordo patetico para el mundo, estas muerto y no representas nada.

Axel da media vuelta, escupe a unos guardias y se encierra en su camarin.


Esa misma noche, Nirvana explota los oidos de los presentes. En un coro grita: Axel puerco puto. La audiencia lo eleva hasta las nubes. x chamberlein